La ciencia es un conjunto de conocimientos objetivos que se obtienen a través de la observación y la experimentación, lo que hace de ella un baremo muy eficaz a la hora de hablar sobre un tema determinado. Es por esta razón por la que hoy queríamos hablaros de los beneficios que tienen los abrazos según la ciencia para ti y para tu hijo.
Abrazarnos nos hace sentir bien, de eso no cabe ninguna duda. Lo notamos cuando estamos tristes o decepcionados, pues un gran abrazo puede aliviar parte del dolor. Por otra parte, cuando estamos felices queremos compartir la alegría dando un abrazo de oso a los demás. Estos hechos, sin saberlo, nos indican que los abrazos son buenos.
Además de sentir calidez, hay otros beneficios de los abrazos. Hay muchas razones científicas que nos hablan de la importancia de los abrazos para tu hijo y para ti. De hecho, un abrazo de 20 segundos puede ayudar a tu hijo a ser más sano, inteligente, más feliz, resistente y más cercano al padre.
Índice de contenidos
La ciencia de los abrazos
Aquí os dejamos con 7 de los beneficios científicos que aportan los abrazos.
1. Los abrazos crean niños más inteligentes
Para que el crecimiento de un niño pequeño tenga un desarrollo normal necesita muchos estímulos sensoriales diferentes. El contacto con la piel o el contacto físico, como abrazarse, es uno de los estímulos más importantes que se requieren para desarrollar un cerebro sano y un cuerpo fuerte.
En los orfanatos de Europa del Este, los bebés a menudo pasan de 22 a 23 horas del día en sus cunas sin ningún contacto físico. Debido a esta situación, estos niños a menudo se enfrentan a muchos problemas, incluido el desarrollo cognitivo deteriorado. Después de investigación se demostró que con 20 minutos de estimulación táctil por día durante 10 semanas, los bebés se desarrollaban mejor. Los estudios también demostraron que un suave abrazo puede proporcionar la estimulación positiva que un cerebro joven necesita para crecer de manera saludable.
2. Los abrazos ayudan a vincularte con los niños
Los abrazos aumentan la confianza, reducen el miedo y mejoran las relaciones entre padres e hijos. Abrazar promueve el apego seguro y mejora la unión entre la familia. ¿No sientes que estás más cerca de tus hijos después de un abrazo?
3. Los abrazos ayudan a crecer a los niños
Cuando los niños se ven privados del contacto físico, sus cuerpos dejan de crecer de la misma manera a pesar de la ingesta normal de nutrientes. Esta deficiencia de crecimiento puede mejorarse cuando se brindan cuidados y abrazos, ya que desencadena la liberación de la conocida como hormona del amor, la oxitocina.
Uno de los efectos importantes de la oxitocina en nuestros cuerpos es la estimulación del crecimiento. De hecho, los estudios demuestran que los abrazos pueden aumentar instantáneamente el nivel de esta hormona. Cuando aumenta la oxitocina, también aumentan varias hormonas de crecimiento, como el factor de crecimiento tipo I (IGF-1) y el factor de crecimiento nervioso (NGF), similares a la insulina.
4. Abrazar mantiene a los niños saludables
Los abrazos son saludables. Uno de sus efectos es el aumento del nivel de oxitocina, que ayuda fortalecer los sistemas inmunológicos. Disminuye, además, los niveles plasmáticos de hormonas tiroideas que hacen que las heridas se curen más rápido.
5. Abrazar produce niños resilientes
Antes de continuar, debemos entender qué significado tiene resiliente.
Resiliente: la capacidad que tiene una persona o un grupo de recuperarse frente a la adversidad.
Al nacer, los sistemas nerviosos de los niños no son lo suficientemente maduros para regular grandes emociones por sí mismos. Es por esto que los niños pequeños que tienen emociones intensas tienen dificultades para detenerse y tranquilizarse.
Durante un momento de angustia se libera un alto nivel de cortisol que circula a través del cuerpo y el cerebro. Cuando se deja durante un período prolongado debido a la incapacidad de un niño pequeño para regularlo, este nivel tóxico de la hormona del estrés afectará su salud, tanto física como mentalmente.
Los estudios demuestran que la exposición excesiva a la hormona del estrés puede comprometer el sistema inmunológico del niño y afectar la memoria y el razonamiento verbal más adelante en la vida. También puede conducir a la depresión cuando el niño crece. El abrazo ayuda a los niños a aprender a regular sus propias emociones y a ser más resistentes.
6. Los abrazos felices hacen felices a los niños
Los abrazos refuerzan el optimismo y aumentan la autoestima. La poderosa oxitocina hace que un niño se sienta amado y nosotros sintamos recíprocamente ese mismo amor.
7. Los abrazos pueden detener los berrinches
Los abrazos son buenos para la salud emocional de un niño, ya que no hay nada que pueda calmar más rápido a un niño con berrinche que un fuerte abrazo de la madre o el padre. Pensamos que cuando un niño pequeño tiene un colapso o un niño lanza una rabieta emocional no debemos actuar con atención ante su mala conducta. Pero no es necesariamente así. Cuando tienen esas rabietas no están siendo tercos. En muchas ocasiones, simplemente están perdiendo el control de su emoción y no pueden autorregularse.
La regulación de la emoción funciona como un coche. En un automóvil, el pedal del acelerador y el freno funcionan por separado para controlar la velocidad. En nuestro sistema nervioso, la rama de excitación y la rama calmante son los dos sistemas que funcionan por separado para controlar nuestra emoción.
Cuando un niño llora intensamente, la rama de excitación (el pedal del acelerador) está hiperactiva, mientras que la rama calmante (el freno) está inactiva. Imagina conducir mientras presionas el pedal del acelerador por completo y sin aplicar el freno. Tendrías el coche fuera de control, que es exactamente lo que les sucede a los niños con una rabieta por encontrarse extremadamente excitados. Y hasta que no se active el mecanismo de calma estarán descontrolados.
Si tu hijo te desobedece y conduce un coche fuera de control, ¿lo dejarías chocar porque no quieres recompensarlo con atención? Por supuesto que no, ¿verdad? Primero detendrías el coche para rescatarlo y después le intentarías educar. Por eso, abrazando a un niño con una rabieta le estás ayudando a evitar un choque emocional al pisar el freno.
Hemos podido comprobar los beneficios de los abrazos en los niños pequeños según la ciencia, pero queremos escuchar tu opinión al respecto. ¿Has notado que los abrazos benefician la conducta y el crecimiento de tus hijos? ¿Nos puedes contar si consigues calmar a tus hijos con un abrazo?
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