La jardinería es una actividad beneficiosa a cualquier edad. Los más pequeños aprenden a ser más pacientes, además de los conceptos básicos sobre los procesos naturales de las plantas. Los jóvenes estimulan la creatividad, se liberan del estrés y aumentan sus conocimientos en botánica. Y en el caso de los mayores, ¿cuáles son los beneficios que reporta?
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5 beneficios de la jardinería en personas mayores
Las personas mayores se sienten más saludables y felices si mantienen alguna actividad. Les ayuda a mantener el cuerpo y la mente activa, lo que favorece enormemente su estado de bienestar y emocional. Entre las actividades más provechosas están caminar, leer, cocinar o la jardinería y horticultura. ¿Qué les reporta trabajar con plantas? Estos son solo algunos de los beneficios más importantes para nuestros mayores:
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Cuida de los músculos
Es necesario que las personas mayores se muevan para mantener en buen estado los músculos y las articulaciones. Agacharse, levantarse y mover los brazos ralentiza el deterioro que se genera por la falta de uso. Es especialmente beneficioso si se trata de trabajos en huertos o jardines, ya que también caminarán para llegar o moverse por ellos.
Además de ejercitar los grandes grupos de músculos y articulaciones, también trabajan con las manos y los dedos. Es necesario utilizar algunas herramientas, mover la tierra, trasplantar, limpiar las malas hierbas… Al ser movimientos suaves resultan beneficiosos para prevenir o combatir la artrosis.
Por último, aunque se trate de ejercicio suave, hace que el corazón trabaje y por tanto mejora el sistema cardiovascular. Si además hay que desplazarse a pie hasta la zona de cultivo o hacer compra de los planteles, las semillas, el abono o las herramientas, mucho mejor.
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Cuida de los huesos
Los huesos también se benefician de esta actividad, especialmente si se practica al aire libre. El sol ayuda a metabolizar la vitamina D. Esta vitamina es básica para asimilar el calcio, elemento indispensable para prevenir la osteoporosis. Además, la circulación mejora y los nutrientes se distribuyen con mayor fluidez por el organismo. Así, minerales necesarios para el buen funcionamiento de los huesos, como el fósforo, llegan en una cantidad adecuada.
Mejora su estado emocional
La jardinería genera bienestar a cualquier edad. Es muy placentero trabajar con plantas y ver cómo crecen, cómo florecen o cómo dan fruto. Si se trata de un huerto, es una gran satisfacción comer de lo que da la tierra o compartirlo con la familia. Y si son plantas y flores, ocurre lo mismo. Es agradable ver cómo prosperan y compartir algunas. Todo el proceso mantiene la mente alejada del estrés o sentimiento de soledad y de tristeza. La tierra y las plantas son, en cierto modo, una terapia natural que ayuda a nuestros mayores a tener un mejor humor y mejorar su estado emocional.
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Combate enfermedades mentales
Mantener la mente activa es una de las claves para prevenir o combatir algunas enfermedades mentales. La jardinería obliga a pensar, a elaborar planes, a memorizar fechas, a aprender las particularidades de cada planta… Este ejercicio mental mejora las conexiones neurológicas y evita el deterioro prematuro del cerebro. Por lo tanto, es un buen mecanismo para prevenir el Alzheimer o algunos tipos de demencia.
Les ayuda a ser más sociables
Un último beneficio que se puede destacar es que ayuda a los adultos mayores a ser personas más sociables. Si la jardinería se practica en casa, dará lugar a agradables conversaciones con familiares o cuidadores. Si se dispone de un terreno o de un huerto social, conversarán con los vecinos y con el resto de hortelanos, intercambiando experiencias y conocimientos. Puede que incluso ensanchen amistades de otras edades, lo que también es también muy provechoso.
Precauciones que se deben tomar
La jardinería es muy beneficiosa para nuestros mayores, pero debe estar supervisada de algún modo. Siempre es preferible que la persona mayor esté acompañada, sobre todo si se va a desplazar o necesita ayuda puntual a lo largo del día. Un pequeño tropezón, una lesión al agacharse o coger objetos demasiado pesados puede ser un problema si las personas mayores están solas.
También es importante que tu ser querido reconozca las limitaciones y acepte nuestra ayuda. Aunque le cueste reconocerlo, es preferible que pida a alguien más joven que realice ciertas tareas como cargar con sacos de tierra o preparar la tierra.
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