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Cómo cuidar a un familiar enfermo sin perder la salud

Cuidar de un familiar enfermo puede llevar al agotamiento incluso a la personas más fuertes. Por desgracia, esta labor no está reconocida cuando el cuidador es un miembro de la familia. Este pensamiento puede influir en quien proporciona los cuidados, que tal vez razone que está obligado a encargarse de la situación por completo, sin ayuda. Sobrecargarse de esa manera puede robar todas las energías. ¿Cómo cuidar entonces a un familiar enfermo sin perder por el camino nuestra salud?

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Cuáles son los síntomas cuando se está perdiendo la salud

Detectar a tiempo que se está perdiendo la salud es básico para tomar las medidas que sean necesarias. Hay algunos síntomas que son indicativos inequívocos de que has de cambiar tu manera de hacer las cosas. Estos son los principales:

  • Apatía. Si te notas apático o alguien te indica que tu carácter es diferente, tómatelo como una señal de alarma.
  • Menor paciencia. Otro de los síntomas es la pérdida de la paciencia.
  • Preocupación. Si notas que te sientes más preocupado por cosas que antes no te afectaban, es posible que estés padeciendo estrés o agotamiento.
  • Cansancio. Si te notas sin fuerzas o te duermes en casi cualquier lugar, es una señal de cansancio excesivo.
  • Dolor. Sentir dolores musculares o de cabeza constantemente puede estar detrás del cansancio.

 

¿Qué debe hacer el cuidador que pierde la salud?

Tanto si se está perdiendo la salud recientemente como si el problema ya lleva años mermando las fuerzas, hay que tomar medidas. No se trata de un fracaso. Ninguna persona puede soportar una carga tan grande sin verse afectado. Por eso, te recomendamos lo siguiente.

 

Céntrate en lo que puedes dar

No intentes sobrepasar tus límites. Si notas que no puedes más, céntrate en lo básico y dedica algo de tiempo a descansar. A veces, es más provechoso parar, tomarte un tiempo y luego continuar, que intentar abarcarlo todo de seguido.

 

Ponte objetivos realistas

En lugar de ponerte muchas metas grandes, ponte pequeños objetivos. Es mejor cumplir con ciertas tareas y luego añadir otras, si se puede, que poner el listón muy alto y luego no llegar o hacerlo agotado.

 

No te compares

Escucharás por ahí que hay supercuidadoras que pueden con todo y que, además, les queda mucho tiempo para ellas. No te centres en esto. En la gran mayoría de los casos, por no decir todos, solo se cuenta una parte de la historia. Tal vez tienen ayuda o unas circunstancias muy distintas a las tuyas. Aun si realmente hubiese algo de verdad en sus comentarios, cada uno llega hasta donde llega y no es ninguna vergüenza.

 

Infórmate

Conoce todos los detalles sobre la enfermedad del familiar al que cuidas. Solo así sabrás cuáles son sus verdaderas necesidades y no malgastarás tiempo o energías en detalles que no son de ayuda.

 

Entra en un grupo de apoyo

Hay grupos de apoyo para las personas que cuidan a otros. Allí puedes compartir tu experiencia, ser de ayuda para otros y recibir consejos de otras que están en tu misma situación.

 

Solicita ayuda social

Existen muchas circunstancias en las que se tiene derecho a solicitar ayuda social. No dudes en llamar por teléfono o acudir al ayuntamiento para recibir toda la información.

 

Delega en otros

Si hay más miembros en la familia, no trates de llevarlo tú todo. Hay que delegar e insistir, si es necesario, en que el resto de la familia también tiene que cuidar. Puede que por su trabajo o la lejanía no puedan tener la misma implicación, pero, aunque sea de vez en cuando, tienen que cooperar.

 

Confía en empresas de cuidado de personas como Familiados

Cuando estés agotada o tu salud se resienta por el cuidado de un familiar enfermo, ten en cuenta los consejos anteriores. Y recuerda que si necesitas un descanso, tienes el derecho y la necesidad de hacerlo. Puedes contar con nosotros para ayudarte a cumplir con esa responsabilidad, ya sea contratando cuidadores por horas así como cuidadores a largo plazo. Te ayudaremos en todo lo que esté en nuestra mano.

 

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