Nos hacéis llegar a diario vuestras dudas de cómo cuidar de un paciente en silla de ruedas. Por este motivo, hemos creído conveniente ahondar sobre este tema en este artículo. Uno de los aspectos más importantes es que el paciente siempre debe participar y ayudar en todo lo que pueda. Aunque la persona tenga una movilidad limitada, cualquier ayuda es buena para el cuidador.
Hay ocasiones en que no contaremos con la participación de la persona en silla de ruedas. Hay que estar preparados para esta situación y, lejos de juzgar, buscar soluciones. Ya sea por un derrame cerebral, una lesión ortopédica u otra causa, si tu ser querido depende de una silla de ruedas para desplazarse, es importante saber cuál es la mejor manera de ayudarlo con su movilidad.
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Recomendaciones para cuidar de una persona en silla de ruedas
Para comprender qué necesita una persona en silla de ruedas, primero es necesario ponerse en su situación, de forma que entiendas cuáles son sus prioridades y necesidades. A partir de ahí, como cuidador de una persona que utiliza una silla de ruedas, debes cuidar todos los detalles, tanto de la persona que cuidas como de tu propia persona.
Te damos unas recomendaciones que te servirán en el cuidado de una personas con silla de ruedas:
- Presta atención a tu propia seguridad. Al fin y al cabo, si te lastimas mientras cuidas de una persona dependiente no podrás ayudarle.
- Aprende una mecánica corporal adecuada. Como cuidador, debes comprender qué posición es la adecuada en relación con la persona que cuidas a la hora de transferirla.
- Escucha a la persona que cuidas. A veces nos olvidamos de lo más importante, que es precisamente conocer las necesidades, dolores y recomendaciones de la propia persona que cuidamos.
- Vigila la seguridad. Tanto tu seguridad como la de tu ser querido es siempre lo primero. Vigila muy bien que ambas partes no corren ningún riesgo a la hora del traslado.
- Revisa el estado de la silla de ruedas. La silla de ruedas es el medio de transporte de la persona que cuidas. Por lo tanto, debes revisar que los frenos funcionen bien, que las ruedas estén en buen estado y que sea cómoda para la persona que la usa.
Cómo trasladar a una persona de una cama a una silla de ruedas
Una de las dudas que surgen en el cuidado de un paciente en silla de ruedas, es precisamente cómo realizar el traslado de la cama a la silla de ruedas. Movilizar a una persona dependiente hace que dicha tarea, además de ser dificultosa para una sola persona, implica tener cuidado y una rutina bien definida.
Es normal tener dudas sobre este proceso. Por este motivo, te vamos a dar unas recomendaciones para que te resulte más sencillo el traslado de la silla de ruedas a la cama de tu ser querido. Para empezar, queremos que veas atentamente este vídeo de Osakidetza en el que explican muy bien cómo hacer correctamente las transferencias entre la cama y la silla de ruedas:
Además de los consejos anteriores, nos gustaría ofrecerte estas recomendaciones para que las puedas leer y complementes la información.
Posiciona la silla de ruedas
Cuando ayudes a alguien a salir de la cama, empieza primero moviendo los reposapiernas de la silla de ruedas para poder maniobrar la silla lo más cerca posible de la cama. Al mismo tiempo, bloquea las ruedas para que la silla de ruedas no se mueva. Esto evitará accidentes, ya que un desplazamiento de la silla de ruedas podría hacer que te cayeras tú y tu ser querido.
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Pon a la persona en posición vertical
Haz que la persona se mueva de costado. Si no puede por sí sola, ayúdale evitando movimientos bruscos. Al mismo tiempo, usa sus extremidades superiores para empujarse hacia arriba mientras las piernas se deslizan por el costado de la cama. Usar el peso de su cuerpo para hacer palanca y dejar caer sus piernas para tirar de su tronco permite al paciente hacer más trabajo. Esto te ayudará a evitar lesiones durante la transferencia de la cama a la silla de ruedas.
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Ayúdale a pararse y pivotar
Haz que la persona se incline hacia adelante con la nariz sobre los dedos de los pies para distribuir el peso sobre su pie o pies buenos. Luego, ayúdale a guiarla y girarla sobre el pie o los pies que soportan peso y bájala en la silla.
En el caso de que la persona sea muy débil, debe ajustarse un cinturón alrededor de la cintura para ayudarle. De este modo, el cuidador tiene algo que sujetar para guiar su movimiento. Es importante realizar este paso, pues un peso muerto es mucho más difícil de movilizar y se necesita algún punto de apoyo para hacer palanca.
Este artículo pone al día una entrada previa de este blog, actualizándola y mejorándola. El artículo original fue publicado el 26 de abril de 2019.
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