El dolor crónico en las personas mayores es algo difícil de asimilar. Cuando cuidas de una persona que sufre, a veces, resulta complicado entender la magnitud del dolor que siente. Y esta persona, a su vez, se siente impotente ante un dolor recurrente.
Para que la calidad de vida de las personas mayores sea la mejor, hay que procurar tener paciencia, una actitud positiva, una comunicación fluida, saber escuchar y ayudar en todo lo posible.
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Origen del dolor crónico en personas mayores
Todo el mundo puede sufrir dolor en algún momento de su vida: tras una operación, por haber sufrido un accidente, derivado de una enfermedad. Pero en las personas mayores es más común encontrarse con dolores crónicos. ¿Por qué sucede esto? Es más frecuente porque, según aumenta la edad, es más probable sufrir enfermedades crónicas. Un ejemplo muy claro son la artrosis, enfermedades cardiovasculares o neuropatías, entre otras. Además hay que añadir los factores de posibles alteraciones del sueño, pérdida de la movilidad parcial o total y problemas psicológicos o neurológicos.
El dolor es una percepción sensorial localizada y subjetiva resultado de una estimulación de las terminaciones nerviosas. A su vez, el dolor influye de enorme manera en la psicología de quien lo sufre. Lo primero que hay que tener claro es que, al ser subjetivo, es muy difícil establecer baremos objetivos de intensidad. Cada persona siente el dolor de distinta manera. Y por ello tendrás que afinar tu empatía y tratar de comunicarte lo mejor posible con el adulto mayor a tu cargo.
Causas del dolor crónico en personas mayores
Se han identificado cuatro causas de los dolores crónicos. A continuación te mostramos su clasificación para que las conozcas más de cerca:
Dolor nociceptivo
- Espondiloartrosis
- Osteoporosis
- Enfermedad de paget
- Polimialgia reumática
- Fracturas
- Artritis reumatoide
- Proceso oncológico
Dolor neuropático
- Neuropatías nutricionales
- Neuropatías periféricas
- Neuralgia postherpética
- Neuralgia del trigémino
- Proceso oncológico o secundario a radio o quimioterapia
Dolor mixto
- Fibromialgia
- Dolor miofascial
- Espondiloartrosis
- Proceso oncológico o secundario a radio o quimioterapia
Dolor psicológico
El dolor psicológico asociado al dolor crónico puede hacer mucha mella en nuestros mayores. De hecho, ante un dolor que no cesa, el único camino posible es la aceptación de ese dolor. Y si no trabajamos la mentalidad de las personas mayores, ese dolor crónico puede derivar en problemas psicológicos. Entre estos dolores psicológicos, es muy fácil encontrar los siguientes síntomas:
- Depresión
- Insomnio
- Irritabilidad
Estos problemas modifican el estado de ánimo de las personas mayores, lo que irremediablemente afecta a las relaciones personales. Por consiguiente, no debemos dejar pasar por alto sus sentimientos y es vital que sepamos escucharles, animarles y hacer que encaren la vida de una forma positiva.
Tratamiento para los dolores crónicos en personas mayores
Cuando tengas que cuidar de personas mayores con dolores crónicos, tienes que procurar que sufran lo menos posible. Para ello existen algunas herramientas a tu alcance que te detallamos a continuación:
- Procurar que la persona con dolor adopte posturas correctas que eviten que ese dolor aumente
- Identificar posibles alimentos que no digiera correctamente.
- Ayudarle a hacer ejercicios diarios que eviten posibles dolores musculares. Consulta a un fisioterapia para realizar los ejercicios concretos que más benefician a la persona mayor a tu cargo.
- Enseñarle técnicas de relajación.
- Recurrir a medicinas alternativas como la acupuntura.
- Realizar programas de distracción que ayuden a quien sufre dolor a distraerse durante un rato. Se ha demostrado que es beneficioso realizar actividades que le gusten a la persona que sufre dolor porque hace que su cerebro se centre y olvida, aunque solo sea por un corto espacio de tiempo, del dolor que padece. Puede ser una tarea ardua pero intenta que se ría, seguro que te lo agradece
A pesar de que todo lo anterior es muy importante, porque evita otras complicaciones, en la mayoría de los casos no es suficiente y necesitan tratamientos farmacológicos que alivian o hacen desaparecer totalmente la sensación de dolor. Eso sí, siempre bajo prescripción y recomendación médica. Por lo tanto, siempre debes seguir las instrucciones del médico.
Comprender el dolor crónico para ayudar a tu ser querido
Cuando cuides de un anciano que sufre dolor, ante todo, tienes que comprender lo que padece lo mejor posible. Al ser un problema frecuente en la población de mayor edad, es muy probable que te toque lidiar con ello. Ante todo, una correcta valoración es indispensable para un tratamiento precoz ya que evitará futuras y mayores complicaciones. El dolor es algo subjetivo y como hemos visto, cada persona lo siente con distinta intensidad. Aun así, existen diferentes métodos para evaluarlo. Para ello es de vital importancia una correcta comunicación para manejar e interpretar de la forma más precisa.
El personal médico puede ayudarte a identificar posibles indicativos de dolor, en el caso de que la comunicación no sea posible. Y sobre todo, una de las cosas más importantes es acompañar al anciano en su dolor, tratar de que sufra lo menos posible y ayudarle en los momentos en los que sufra y hacer que no se sienta solo. La soledad puede ser un gran agravante del dolor, por lo que ya sea con visitas o con gestos tan simples como una llamada telefónica, harás que se sientan arropados.
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