Se define como un profesional amante de retos que transformen las organizaciones y a través de Familiados encontró uno de esos desafíos que pueden cambiar la vida de muchas personas. Roberto López, presidente de la startup y director del Grupo SGEL en la Zona Norte, revela cómo fueron los inicios de Familiados. Lo que comenzó con un café a la salida de clase, a día de hoy va camino de convertirse en la startup referente en España en cuidados para personas mayores y niños.
¿Cuál fue la situación que te llevó a pensar en la creación de una plataforma como Familiados?
La situación se dio cuando tenía a un familiar cercano enfermo en el hospital. Esa fue la última circunstancia que me empujó a ello, pero lo cierto es que ya hacía bastante tiempo que la idea me rondaba por la cabeza. Me había encontrado varias situaciones similares, con familiares hospitalizados que buscaban cuidadores para acompañamientos. Al final, siempre encontraban a alguien, pero nunca lo hacían de la manera óptima. No había una plataforma reconocible y que te diera confianza para este tipo de servicios en el mercado sociosanitario. Al principio mi idea era un negocio físico, una oficina.
¿Cuánto tiempo estuviste dándole vueltas a la idea de Familiados antes de proponérsela a Ernesto Bravo, actual CEO?
Cuando comencé el Máster en IESE confluyeron dos aspectos. Por un lado, la idea de una plataforma como Familiados y por otro, ver la posibilidad de que esa idea se pudiera llevar a cabo. Yo me atrevía a ello y segundo en ese Máster había conocido a gente en la que yo confiaba para llevar adelante esa idea. En esos momentos estaba comenzando Uber en Estados Unidos y se estaba dando a conocer en España. Fue en ese momento cuando se juntaron varias circunstancias. Las ganas que yo tenía, la idea de negocio de hacer Familiados como una plataforma online, en vez de una oficina física, y, por último, conocer a gente que veía que tenían capacidad de llevar a cabo ese tipo de proyectos.
¿Por qué Ernesto Bravo?
En el IESE trabajábamos los casos que dábamos en clase por grupos. En un principio Ernesto no estaba en mi grupo. Yo con él coincidía en las pausas del café y poco más. Al comienzo no tenía una relación tan cercana como la que podía tener con los compañeros de mi grupo. Sin embargo, cada vez que intervenía en clase me llamaba la atención. Veía en él una persona con arrojo e iniciativa, que era precisamente lo que yo no tenía. Percibía en Ernesto una cualidad intangible, no sabría como definirla con una palabra concreta. Tenía ese carisma que a mi me llamaba la atención como para llevar a cabo un proyecto adelante con él. Había gente muy buena en clase, pero Ernesto tenía esa característica de emprendedor, ese carisma que fue lo que me hizo fijarme en él para proponerle sacar adelante Familiados.
¿Cómo viviste el proceso de creación de Familiados?
Fue curioso, pero a la vez muy gratificante. Le propuse a Ernesto tomar un café a la salida de clase. Nos juntamos y yo le planteé una idea de negocio y él me planteó otra. No fue fácil llegar a un acuerdo para comenzar a construir Familiados. Él me propuso una idea totalmente diferente e hicimos un análisis de mercado, para al final acabar decidiéndonos por Familiados. Hubo dos factores que nos llevaron a tomar esta decisión. Lo primero, que era algo novedoso, es decir, no había nada en el mercado de de cuidados para niños pequeños y mayores. Por otro parte, los dos coincidíamos en que los cuidados tenía un gran potencial de crecimiento. A partir de ese momento, Ernesto se hizo cargo de toda la parte operativa. El siguiente paso fue presentar el proyecto a nuestros compañeros del curso, ya que podía haber gente interesada en participar. Tras varias reuniones, acabamos formando el grupo inicial de inversores. Fuimos unas 10 personas las que comenzamos poniendo el capital inicial para arrancar el proyecto.

¿Cuáles crees que fueron los momentos de dificultad más complicados en esos primeros años de la creación de la Startup?
Si te soy sincero, nunca he pasado un mal trago en el proceso de creación de Familiados. Lo momentos más difíciles siempre son cuando llega la hora de conseguir financiación. En esta circunstancia se juntan varios factores. Por un lado, el riesgo y la incertidumbre de conseguir la financiación, pero por otro, la motivación de conseguirla porque realmente crees en ese proyecto. La última vez lo comentaba con Ernesto, yo le decía; «Fíjate que estamos muchas personas embarcadas en este proyecto». Pero el me decía; «Sí, pero la gente está en este proyecto porque realmente cree en él. No estamos engañando a nadie, a ningún inversor». Evidentemente cuando inviertes dinero en este tipo de proyectos, asumes un riesgo, pero estamos aquí porque creemos en este proyecto de futuro, llamado Familiados.
¿Cómo crees que ha evolucionado Familiados?
De una idea muy sencilla, se ha hecho un proyecto muy potente. La idea inicial, en su integridad, se mantiene intacta, no se ha desvirtuado nada. Lo que sí que se ha hecho es potenciarla y ramificarla una barbaridad. El tema de la conciliación familiar y el cuidado de las personas mayores en las residencias, refuerzan muchísimo tanto la propuesta de valor de la empresa, como la propuesta que Familiados ofrece a la sociedad. Uno de los aspectos que más me gusta de este proyecto y de lo que más orgulloso me siento, es que Familiados abarca dos temas fundamentales. El apartado social y el económico. Por un lado, creo que tenemos un potencial económico muy alto y además un potencial de ayuda social enorme, probablemente más alto que el económico. Tener la oportunidad de que estos dos aspectos se compaginen es un lujo y, además, muy difícil de encontrar en la mayoría de las empresas. Poder dar la oportunidad a personas a ayudar y cuidar a otras personas es algo brutal. Además, Familiados les da la oportunidad de poder ganar un sueldo extra.
¿Hace 6 años, hubieras firmado que Familiados esté en la posición que se encuentra hoy?
Sin duda, a ojos cerrados. Comenzar un proyecto y que a los 6 años esté como esta Familiados ahora es un lujo. La satisfacción que nos está dando este proyecto merece la pena, hoy y la merecerá siempre. Cuando cada cuidador de Familiados va a ayudar a una familia, genera una gran satisfacción. Familiados tiene la posibilidad de ayudar a las dos partes. Al cuidador le estás dando trabajo y a la familia le estás solucionando un problema. La compañía, la tranquilidad y el cuidado son intangibles, no se pueden pagar con dinero.

¿Cuáles son los retos más importantes que tiene Familiados a corto y medio plazo?
Tenemos que ser el referente porque somos los que más claro lo tenemos. No hay ningún otro proyecto en España que se parezca a la idea que nosotros tenemos de cómo deben ser los cuidados a niños y personas mayores. Nuestra idea es de largo la más potente.
