En ocasiones nos ponemos malos por una intoxicación alimentaria y no sabemos muy bien cuál ha sido su origen. Cuando se originan en el hogar son difíciles de rastrear pero sí que hay una cosa que puedes hacer para evitar en la medida de lo posible que la comida te siente mal. Te hablamos, claro está, de cuánto tiempo puedes esperar para comer un alimento sin que se ponga malo y por tanto tengas riesgo a enfermar.
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Consejos para saber hasta cuándo es seguro comer un alimento
Los productos envasados tienen adherida una fecha de caducidad. ¿Pero qué pasa cuando se abre y pasan unos días? ¿Hasta cuándo hay que esperar? Lo misma duda puede surgir con los productos frescos como frutas y verduras, ya que no hay una fecha concreta hasta la que puedas seguir comiendo esos alimentos sin riesgo. Para solventar todas estas preguntas, a continuación te vamos a dar unos consejos que esperamos que te sirvan.
No te fíes de los sentidos
Lo primero que hacemos para ver si un alimento es todavía apto para su consumo es utilizar nuestros sentidos. Primero usamos la vista, que es un claro indicativo de si el alimento está bien. Por otra parte, lo segundo que hacemos es oler de cerca el alimento y, en última instancia, probarlo. Has de saber que esta metodología está mal, puesto que para tomar la decisión de comer el alimento nunca debemos probarlo. Ante la duda, lo mejor que se puede hacer es tirarlo a la basura.
Los microorganismos actúan aunque a simple vista no los podamos ver, y lo hacen de dos formas:
- Deteriorando el alimento. En este caso esos microorganismos alteran las texturas, aromas o sabores que dan pie a que los descartemos para su consumo.
- Invadiendo el alimento. Estos microorganismos también son responsables de producir y multiplicar toxinas, lo cual no quiere decir que se vean cambios externos a simple vista. Por este motivo, el alimento puede aparentar estar en perfecto estado pero contener una dosis de toxinas elevadas. De ahí que no te tengas que fiar de los sentidos y tener cautela.
La mejor opción, conservar en frío
Para guiarte en cómo conservar un alimento solo tienes que observar dónde se encuentran en el supermercado. Y por tanto, si ves que esos alimentos se encuentran en cámaras frigoríficas, en casa debes conservarlos en el mismo sitio. Estos son los alimentos que debes guardar en el frigorífico o congelador:
- Las piezas de verdura o fruta que has cortado o pelado con anterioridad.
- Carne fresca y embutido.
- Pescados y mariscos.
- Las ensaladas o verduras que vienen preparadas para consumir.
- Productos lácteos: yogures cuajadas, cuñas de queso, leche pasteurizada…
- Comidas preparadas.
- Los alimentos que vengan congelados deben ir al congelador y sacarlos de ahí únicamente cuando los vayamos a consumir.
Si abres un alimento, guárdalo en la nevera
Las conservas, los alimentos envasados, los alimentos esterilizados en envases de brik como la leche o salsas… una vez abiertos todos estos productos, se deben conservar en frío. Y para ello no hay nada mejor que la nevera. Esos alimentos los pueden guardar al vacío en tápers, de modo que siempre se conservarán mejor.
En la gran mayoría de este tipo de alimentos, en el propio envase pone la caducidad secundaria. ¿Y a qué se refieren con la caducidad secundaria? Se trata del clásico texto que indica que «una vez abierto, conservar en el frigorífico y consumir en un plazo de 3 días». Por tanto, si no abres el alimento puedes comprobar su fecha de caducidad y, una vez abierto, guiarte por las recomendaciones del fabricante.
Evita estos errores para mantener los alimentos
Hay ciertos errores en los que caemos en el momento de conservar los alimentos. De modo que no caigas tú también en ellos y por tanto cambies tus hábitos, a continuación te damos consejos para que no cometas los errores típicos. Son estos:
- Hay alimentos que no saben igual después de descongelar. Trata de no congelar alimentos como la pasta, la patata o el arroz. No va a ser perjudicial su consumo pero su textura cambia enormemente y deja de ser apetecible.
- Escalda los vegetales antes de congelarlos. Si buscas mantener el color de los vegetales y evitar las manchas oscuras que a veces aparecen, es conveniente escaldar los vegetales frescos antes de congelarlos.
- Evita las quemaduras por frío. Se le llama así cuando los alimentos acaban con una textura seca y pierden el agua. Para que no te ocurra, no hay nada mejor como emplear recipientes cerrados que aíslen los alimentos de otros productos.
- Si vas a congelar, no esperes. Cuanto más fresco esté un producto mejor para congelarlo. Mantendrá de esta forma todas sus propiedades. Así que ya sabes, no esperes a tener el alimento varios días en el frigorífico antes de congelarlo. Para ayudarte en esta tarea, lo mejor es planificar un menú semanal.
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