¿Es normal que haya niños con un amigo imaginario? Es una pregunta recurrente que se hacen los padres sobre un tema que preocupa mucho a la sociedad. La respuesta corta dice que no hay que preocuparse, ya que los amigos imaginarios en niños es algo habitual. De ahí que no tengas que obsesionarte más de lo debido, puesto que los niños sanos en edades comprendidas entre los dos y nueve años suelen tener amigos invisibles que solo existen en su imaginación.
Según los psicólogos y terapeutas, esta conducta de los niños sanos forma parte del desarrollo de su crecimiento. En realidad, muchas veces los adultos no nos damos cuenta de este comportamiento ya que, al ser parte del mundo imaginario y privado de los niños, no somos conscientes de lo que ocurre dentro de su imaginación.
Que un niño hable con alguien que no existe en la realidad no es un problema, es más bien una ayuda que encuentra para madurar y adaptarse a su entorno. Así que si vemos a nuestros hijos conversar con alguien imaginario, lo primero que debemos hacer es escucharle para comprobar que ese amigo imaginario cumple con ese papel para el que ha sido inventado.
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¿Cuál es la función del amigo imaginario en niños?
Estos amigos invisibles son una parte fundamental del crecimiento y evolución como personas de los niños. Estos amigos, que se presentan tanto a niños como a niñas, son un Yo auxiliar que les ayuda tanto a reflejar como a enfrentarse a distintas situaciones. A continuación vamos a ver diferentes funciones que pueden tener estos amigos imaginarios:
- Entrenan el autoapoyo: gracias a su amigo imaginario, los niños pueden contar aspectos de su vida que quizá no se atreven a contar a otras personas. Y con este hecho consiguen apoyarse por sí mismos y salvar situaciones que de otra manera no podrían hacerlo.
- Tolerancia del niño a la soledad: los niños de esta manera no necesitan estar continuamente rodeados de adultos.
- Favorece la autonomía del niño: en otras situaciones no se atrevería a realizar algunas actividades, pero con su amigo imaginario se siente más capaz y con más valor para hacer lo que se proponga.
- Ayuda a recrear una situación que controlan: los niños eligen la manera en la que llevar la conversación. Se inventan los diálogos y el tono en el que interactúan con sus amigos imaginarios, lo que hace que eviten situaciones o comentarios que con otros niños sí tendrían.
Cómo relacionarnos con los amigos imaginarios en niños como padres
Tal y como hemos visto con anterioridad, el hecho de que nuestros hijos tengan amigos imaginarios es algo de lo que no deberíamos preocuparnos. Al contrario, pues es un síntoma de que son sanos y de que se están preparando poco a poco a valerse por sí mismos. Estos amigos resultan ser una herramienta de trabajo útil para desarrollarse a nivel psicológico y emocional. Por eso es tan importante que no les avergoncemos, les regañemos o les cuestionemos cuando tengan estos hábitos.
Como padres, lo que debemos hacer es comprender los valores y las fortalezas que aporta el amigo imaginario a nuestro hijo, de manera que después nosotros seamos capaces de replicar ese apoyo. Observando a nuestros hijos podremos determinar si necesita más cariño, más o menos independencia, si debemos fomentar su creatividad… En todo caso, el amigo imaginario no siempre es un buen aliado. En el caso de que veamos que nuestros hijos se aíslan continuamente de los otros niños y adultos, o si dejan de hacer actividades a no ser que su Yo imaginario se lo diga, es cuando deberíamos actuar.
Qué no debemos hacer como padres ante amigos imaginarios
No hay ninguna formación que te enseñe a ejercer de madre o de padre. Es la propia vida, experiencia y valores los que te hacen tomar las decisiones que crees más correctas para cada situación. En el caso de los amigos imaginarios de los niños, hay que ser consciente como adultos pero también pensar como el niño, de manera que no te comportes de una manera incorrecta.
Estas son las acciones que no deberías tomar con tus hijos:
- No hay que decirle a tu hijo que te está mintiendo.
- Está mal decirle que no puede hablar con una persona que no existe en la realidad.
- No debes decir o hacer cosas que ridiculicen a tu hijo.
- Tener un amigo imaginario no es una tontería para tus hijos. Tenlo en cuenta antes de decir algo en esa línea en voz alta.
Qué sí debemos hacer como padres ante los amigos imaginarios de nuestros hijos
Visto lo que no debemos hacer, es hora de pensar en cómo debes actuar. Lo principal es que actúes con normalidad. Esto implica no tener comentarios con reproches, enfado o burla. Ante todo, lo más importante es entender la razón de ser de ese amigo imaginario de tu hijo y ayudarle en todo para que se convierta en una experiencia positiva. De este modo tu hijo ganará confianza y en el futuro será más autónomo sin tener la necesidad de que otra persona decida por él.
Aspectos a tener en cuenta ante un amigo imaginario de tu hijo
Dentro de la normalidad que puede suponer crear un amigo imaginario, hay ciertos aspectos que debes controlar para asegurarte que no hay un problema en el trasfondo. A continuación te damos 2 consejos:
- Observa las conversaciones de tus hijos con el amigo imaginario. La forma de ser de ese amigo imaginario puede hacer que sea tímido, agresivo, alegre… Por tanto, debes comprobar que las conversaciones entran dentro de lo normal, y que en ningún caso son el sustituto de los amigos reales. Por descontado, debes vigilar que el amigo imaginario no impulse a tus hijos a tomar acciones temerarias, agresivas o fuera de lo común.
- Los amigos reales son más importantes. Los juegos entre niños aportan muchos beneficios, ya que tienen que aprender a liderar, a ceder, a compartir, a trabajar en equipo… Por consiguiente, los amigos imaginarios en niños no deben sustituir a los amigos reales. De lo contrario, dejarán de aprender ese tipo de enseñanza que aporta la interacción con otros niños.
Cómo son los niños con un amigo imaginario
Puede que te estés preguntando cuál es el perfil de los niños con un amigo imaginario. Vamos a intentar sacarte de dudas haciendo un retrato:
- Como hemos dicho anteriormente, son niños de entre 2-3 y 8-9 años.
- No entienden de género y, por tanto, los pequeños de la casa con amigos imaginarios pueden ser niñas o niños.
- Se trata de niños que tienen la necesidad de sentirse arropados y respaldados. Recurriendo a los amigos imaginarios en su imaginación, son capaces de resolver conflictos en sus emociones.
- Los niños con un amigo imaginario son muy creativos y desbordan imaginación.
- Esa imaginación y creatividad de los niños suele venir heredada de sus madres y padres.
Cuándo causan problemas los amigos imaginarios
No es sano que un amigo imaginario perdure siempre ni que el niño cambie de hábitos por las peticiones de ese amigo que no es real. Como hemos ido viendo a lo largo del artículo, el hecho de que los amigos imaginarios existan no es nada malo, pero hay situaciones en las que hay que estar alerta para que no se convierta en un problema.
A continuación te damos algunas ideas para esos momentos o situaciones en los que el amigo imaginario de tu hijo se ha vuelto difícil de manejar.
Haciendo cosas para amigos imaginarios
Es posible que el amigo imaginario de tu hijo te pida que mantengas las puertas abiertas, prepares bocadillos o hagas la cama. En lugar de hacerlo tú, debes animar a tus hijos a que sean ellos los que hagan esas tareas. De esta manera estarás aceptando su amigo imaginario, pero también aprovecharás la oportunidad para desarrollar las habilidades de tus hijos.
Hablar a través de amigos imaginarios
Algunos niños insisten en consultar con sus amigos imaginarios todo el tiempo cualquier cuestión. También podrían llegar a pedirte que hables con sus amigos en lugar de directamente con ellos. Si esto se está volviendo frustrante, deberías tratar de decirle a tus hijos que quieres escuchar lo que ellos piensan, no lo que piensan sus amigos imaginarios.
Culpar a amigos imaginarios
A veces, los niños hacen o dicen algo que no deberían haber hecho y culpan a sus amigos imaginarios. Para manejar esta situación debes hacer ver a tus hijos que el amigo imaginario no podría haberlo hecho. Más allá de la palabra, su actitud debería tener una consecuencia apropiada, como pueda ser que limpien el desorden que han generado.
A modo de resumen, hay una idea que nos tiene que quedar clara: podemos estar tranquilos siempre que al crear ese amigo imaginario no limite la vida diaria ni interfiera negativamente en las decisiones de nuestros hijos. Y en tu caso, ¿tienes hijos que tienen o han tenido amigos imaginarios? ¿Cómo has actuado en ese caso? Nos gustaría conocer tu opinión para que otros padres que se encuentren en tu misma situación tengan respuestas de personas que han pasado por la misma coyuntura.
Este artículo pone al día una entrada previa de este blog, actualizándola y mejorándola. El artículo original fue publicado el 11 de julio de 2018.
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