Una persona mayor que no quiere ir al médico es una persona que contesta con evasivas y es reacia a dialogar. Si estás leyendo este artículo, estamos seguros de que alguna vez te has encontrado en esta situación. Ha podido ser tu madre, tu padre, tu abuelo o tu abuela. Pero, lo que es seguro, es que cuando les has hablado de médicos han cambiado alguna vez su sonrisa por aspavientos.
¿Te sientes reflejado ante esta situación? Sigue leyendo para descubrir qué es lo que se puede hacer cuando una persona mayor no quiere ir al médico, hospital o hablar de su estado de salud.
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Cómo hablar a una persona mayor acerca de su salud
Tú eres la persona que más conoce a tu ser querido. Si ves que con un tema en particular se va a poner nervioso, como pueda ser una revisión del oído, es esencial conservar la calma. A nadie nos gusta hablar de temas que nos incomodan, por lo que es necesario trazar una estrategia. Más, si cabe, si sospechas que esa persona mayor va a tener una opinión diferente a la tuya.
Actuar por instinto, levantar la voz o comenzar una conversación con reproches no es ninguna solución. Por esta razón, y aunque te cueste de primeras, debes ponerte en su situación y pensar varias veces antes de hablar.
Consejos que te servirán para hablar con una persona mayor
A continuación te vamos a dar algunos consejos que pueden ayudarte a manejar la situación antes de hablar sobre salud o médicos:
- Elige bien cuándo hablar con tu ser querido. Tienes que asegurarte que esté relajado y en ese momento no esté haciendo ninguna otra actividad.
- Elige un lugar relajado para hablar. Si es en casa, es mejor elegir una zona donde no haya ruidos ni distracciones como la televisión o la lavadora.
- Razona con la persona mayor. No puedes empezar a hablar ordenando algo. Por ello, tendrás que dar razones para que haga lo que quieres.
- Simplifica tus razones. Se puede dar el caso de que la persona mayor no te entienda bien. Por esta razón, tendrás que hablar lo más simple posible.
- No saques el tema continuamente. Conseguir hablar para ir al médico con una persona mayor puede ser un logro, por lo que si has conseguido hablar pero sigue con la negativa, debes ser paciente. Por consiguiente, no hables el mismo tema continuamente porque esto le hará generar un mayor rechazo.
- No te rindas. Es probable que no lo consigas a la primera, de hecho es lo más normal. De ahí que tienes que ir ganándote su confianza poco a poco. Algo que te podrá ayudar es darle ejemplos de otros familiares y amigos que, con la misma dolencia, se han recuperado después de ir al médico.
Ten siempre una razón de peso para que la persona mayor vaya al médico
Al hablar con tu ser querido tienes que saber tener mano izquierda. No es necesario que cambie de opinión al momento y, para ello, un consejo sería que le dieras tiempo para poder pensar. De esta forma no se sentirá obligado a hacerlo y, con las ventajas y razones que le has dado, será más fácil llevarlo al médico.
Hay familias en las que la falta de dinero puede suponer un problema. Y las personas mayores, por lo general, siempre se quitan gastos a toda costa por pensar en los demás. Si le explicas que la atención o la visita está cubierta, debes compartir esa información para evitar sus preocupaciones.
En un hogar, nos encontramos con necesidades que se deben cubrir. El hecho de que una persona mayor no quiera ir al médico, implica que su decisión repercute en las personas que le rodean. Esta situación se la tienes que explicar de forma que la entienda, pues es en beneficio de todas las partes.
La mejor manera de llevar una conversación sobre el cuidado con tu ser querido es mejorando vuestra relación. Tienes que evitar discutir y concentrarte en entender su postura y, sobre todo, pensar en cómo se siente. Hay que tener tacto cuando se habla, ya que hay palabras o mensajes que pueden ser hirientes sin que nos demos cuenta. Procura, por tanto, elegir bien las palabras además de decirlas desde el afecto.
En qué te puede ayudar Familiados
Las personas ponemos resistencia a situaciones y entornos que no conocemos. Como sabemos lo difícil que resulta, en Familiados disponemos de enfermeras a domicilio que se desplazan hasta el hogar. De esta manera, las personas mayores se sienten más cómodas y podemos conseguir atenderles evitando pisar el hospital.
En España se da una realidad que es nueva y que hasta hace unos años no se daba. Cada vez existen más hogares en los que una persona mayor vive sola. Sus hijos viven fuera y esto hace que sea más complicado que realicen las tareas diarias. De ahí que en Familiados ayudemos con esta carga familiar con un servicio de acompañamiento. Gracias a este servicio, las personas mayores siempre pueden tener a su disposición, en menos de una hora, una persona que les acompañe al médico o al hospital.
Este artículo pone al día una entrada previa de este blog, actualizándola y mejorándola. El artículo original fue publicado el 10 de octubre de 2019.
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