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Preguntas que deberías hacerte antes de convertirte en el cuidador de tus padres

¿Estás listo para las demandas, responsabilidades y recompensas de convertirte en el cuidador de tus padres?

La frase que acabas de leer es una pregunta cuya respuesta no es fácil de encontrar. De la misma manera que la elección de ser padre te cambia la vida, el hecho de decidir convertirte en cuidador de tus padres acciona una rueda que también modifica por completo tu vida y tus relaciones sociales y laborales.

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Hay un escenario demasiado familiar para millones de adultos: los padres están envejeciendo y ya no pueden completar sus actividades diarias sin ayuda. Llegados a este punto, muchos de los padres dicen que no quieren una cuidadora en el hogar ni que le lleven a una residencia.

Ya sea porque nuestros padres no quieren a alguien externo o porque creemos que para ellos es lo mejor, muchos de nosotros terminamos decidiendo convertirnos en cuidadores familiares, un rol exigente que a menudo incluye la defensa de nuestro ser querido, la coordinación de proveedores y la realización de tareas de atención médica domiciliaria.

Estar preparado para el rol de cuidador significa tener en cuenta muchos factores diferentes. Deberemos hacernos preguntas difíciles acerca de cómo nuestra propia disponibilidad y capacidades de cuidado afectarán a nuestra idoneidad para brindar atención efectiva, tanto para nuestro ser querido como para nosotros mismos.

Hacerte estas preguntas con anticipación te ayudará a prepararte para un rol que, para muchos adultos, llega de manera repentina, ya que si no nos preparamos mentalmente para ello, nos hará sentir como si no estuviéramos listos para ser cuidadores.

La verdad es que ser un cuidador a tiempo completo puede afectar a tu salud emocional, mental y física, llegando a causar efectos imprevistos en tu relación con tus padres así como en tus otras relaciones. También no debemos olvidar que el cuidado de nuestro familiar nos aportará cosas muy buenas.

 

Para estar preparado adecuadamente para los cambios que significa convertirte en cuidador,
debes hacerte algunas de las siguientes preguntas:

 

  • ¿Soy realmente capaz de cuidar de papá o mamá solo? ¿Necesito contratar ayuda externa o considerar la vida asistida?
  • ¿Tengo el apoyo social y los recursos que voy a necesitar?
  • ¿Cómo afectará el cuidado de mi salud física y mental?
  • Si un ser querido tiene demencia y ya no puede filtrar su comportamiento, ¿podré lidiar con palabras o acciones potencialmente dañinas?
  • ¿Podré permitirme aceptar ayuda y tomar descansos?
  • ¿Podré recortar las responsabilidades laborales en esos momentos en que necesito cuidar a mis padres?
  • ¿Podré sacar tiempo para mí y para mi familia?
  • ¿Estoy financieramente preparado para los costos adicionales del cuidado?

 

Consejos para el cuidador familiar

No olvides aprovechar los muchos recursos disponibles. Incluso si no te sientes preparado para asumir las tareas de cuidado, puedes buscar ayuda de familiares, amigos, cuidadores por horas y grupos de apoyo para ayudarte en los momentos difíciles.

Prepararte para este cambio es solo un aspecto de afrontamiento; a menudo, lo mejor que podemos hacer es buscar el apoyo de quienes entienden y recordar que no siempre podemos cuidar de alguien como lo podemos hacer de nosotros mismos. Estos consejos son valiosos para cada cuidador familiar.

¿Qué preguntas desearías haberte hecho antes de convertirte en el cuidador de tus padres? Nos encantaría escuchar tus historias y pensamientos, así que déjanos tu opinión a continuación en los comentarios.

 

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