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Primeros auxilios para niños

La infancia es para jugar, experimentar y aprender. Y en ese proceso, como persona adulta que eres, es bueno tener nociones básicas de primeros auxilios para niños. El hecho de que los niños estén todo el día saltando, tocando cosas y sin conocer todavía el significado del miedo, hace que los accidentes sean más frecuentes.

La definición de la palabra peligro es muy diferente para niños y adultos. Esto hace que actúen sin pensar en sus consecuencias, por lo que es muy importante que sepas qué hacer ante situaciones de emergencia, así como curar pequeñas heridas.

La importancia de conocer los primeros auxilios para niños

Hay situaciones en las que hay que saber actuar con celeridad. Un mal paso o no actuar tan pronto sucede el accidente, puede hacer que los más pequeños sufran lesiones graves o irreversibles. Y es aquí donde entra la importancia de los primeros auxilios para los niños. Que un niño sufra un atragantamiento, una quemadura o un desmayo es algo común, de ahí que como adulto debas estar preparado para que esa situación no pase a mayores.

 

Primeros auxilios ante desmayos en niños

Ante un desmayo, es muy común ver cómo la gente se arremolina ante el niño que lo ha sufrido. El instinto de protección hace que lo hagamos, pero has de saber que en estos casos hay que hacer justamente lo contrario. Esto es, darle espacio para respirar. En el caso de que el mareo haya sido leve, puede que con mantener la posición de la cabeza entre las rodillas pueda valer. Antes de continuar hablando sobre qué tienes que hacer ante un desmayo de un niño, la regla más básica es que tienes que enseñarle a bajar al suelo ante el menor síntoma. De esta forma, si el niño sabe sentarse o tumbarse antes de perder el conocimiento, evitará una caída que puede provocar graves lesiones.

Volviendo al caso anterior, si la cabeza del niño sigue dando vueltas a pesar de estar con la cabeza entre las piernas, lo siguiente es tumbarlo boca arriba con las piernas en alto. Es importante que coloques algo blando en la cabeza para que se apoye e intentes que le llegue el aire. Para ello, puedes probar a aflojarle algo la ropa mientras le abanicas. Como ves, bastará con una persona para atender al niño, o dos personas si es que no hay nada para poder mantener sus piernas levantadas.

 

Qué hacer ante un atragantamiento en niños

Los niños, sobre todo en sus primeros años de vida, se llevan a la boca cualquier objeto o alimento. Es parte de su aprendizaje y una de las maneras con la que descubren sabores, texturas y formas. Debido a este hecho, es normal que los niños sufran atragantamientos. El primer paso para evitar estas situaciones, es aprender a prevenirlas. Para ello, es importante que no hablen mientras comen, como tampoco deberán reír o jugar. Estas acciones pueden provocar un acto reflejo que haga que succionen la comida o el objeto que tengan en la boca, por lo que hay que evitarlo a toda costa.

Si te interesa conocer más información sobre el tema, te animamos a que te pases por nuestro post sobre el atragantamiento en niños. En él, te damos consejos para evitar el atragantamiento, te explicamos qué maniobra puedes hacer en caso de que suceda y, por supuesto, aprenderás qué hacer en el caso de que el niño esté consciente o inconsciente.

 

Primeros auxilios por quemaduras en los niños

Da igual las veces que le digas a un niño que se aleje del fuego, de un enchufe, del horno o de la vitrocerámica. Hasta no experimentarlo por ellos mismos, el concepto del calor es tan abstracto como lo es para nosotros una pintura de Jackson Pollock. Una quemadura puede producirse de varias maneras. Te damos los ejemplos más comunes:

  • Quemadura provocada por electricidad
  • Quemadura provocada por una fuente de calor
  • Contacto por elementos extremadamente fríos

En el caso de la electricidad, lo primero que debes hacer es apartar al niño. Debido a que la piel es un conductor de electricidad, para que tú no sufras una descarga, deberás apartarlo con algún elemento que no sea conductor. Ante una quemadura, como por ejemplo al tocar una plancha, deberás aplicar agua fría sobre ella tan pronto como puedas, de modo que el dolor vaya remitiendo. Acto seguido, deberás cubrir la quemadura con un apósito limpio y mojado.

A modo de conclusión, te diremos que los niños deben seguir siendo niños. Por consiguiente, no es cuestión de llenar su vida de barreras, pues al igual que nosotros, los niños deben ir aprendiendo. Privarles de su libertad para explorar en la infancia no hará que estén a salvo de todos los accidentes. En este sentido, sí que debemos saber prevenir situaciones peligrosas, pero sobreproteger a los niños tampoco es lo correcto. Por tanto, como padre, madre o abuelo, tendrás que encontrar un punto medio entre libertad y protección.

 

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