El tiempo no pasa solo de manera inexorable, sino más rápido de lo que a todos nos gustaría. Cuando te quieres dar cuenta, tus padres se han convertido en adultos mayores y, junto a ellos, te empiezas a enfrentar a diferentes dificultades. Por fortuna, tu madurez te permitirá encarar todos estos retos con éxito. Por supuesto, no siempre será fácil y por eso queremos mostrarte los problemas que se deben abordar al ayudar a los padres mayores.
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¿Qué problemas te puedes encontrar al ayudar a los padres mayores?
Seguro que tus padres son de las personas más importantes que tienes en tu vida. Te cuidaron mientras eras un niño y en la edad adulta han seguido ayudándote, pero ahora se giran las tornas y eres tú quien se tiene que hacer cargo y darles todo tu apoyo.
Aunque se haga por amor, es una situación que puede desbordar a las familias y que no es fácil de encarar. Como adulto tienes tus propias responsabilidades y ahora tienes que afrontar una más, quizás una de las más complicadas. Hay muchos detalles que hay que tener en cuenta, compaginar tu vida laboral y familiar y, además de todo el peso del cuidado, también te tienes que enfrentar a los miedos de perder a tus seres queridos.
Los retos que podéis afrontar son muchos, pero vamos a mencionar los más comunes. Queremos hacerlo desde un punto de vista positivo y buscando las mejores decisiones. Estas son algunas de esas dificultades que te podrás encontrar cuando tus padres se hagan mayores:
Desacuerdos familiares
Si sois varios hermanos, tendréis que poneros de acuerdo a la hora de establecer quién cuidará de vuestros padres. Lo normal es que os repartáis esta tarea. A veces no es fácil consensuar esta cuestión y puede crear tensiones familiares. Quizás uno de los hermanos piense que otro tiene mejores circunstancias o una mayor responsabilidad por cualquier razón. Es bueno que tratéis este asunto con calma y que lleguéis a un acuerdo. Para conseguirlo, será necesario que todos cedáis y poder así poneros de acuerdo.
No reconocen que necesitan ayuda
En ocasiones serán tus padres los que estén convencidos de que no necesitan ayuda y de que pueden valerse por sí solos. Se niegan a permitir que nadie les eche una mano o a dejar su hogar. Como en el caso anterior, será vital una buena comunicación y ser muy pacientes. Además, debes valorar qué capacidades conservan tus padres y darles solo la ayuda que necesitan. Es decir, si todavía pueden vivir solos, no insistas para que se muden contigo.
Ayuda adicional
Es posible que, a pesar de haberlo intentado, lleguéis a la conclusión de que necesitáis ayuda externa. Es algo que puede ocurrir desde el principio o si más adelante cambian las circunstancias. Puede ser un punto de fricción, no solo por la ayuda en sí, sino también por cuestiones económicas o a nivel de organización. Es necesario hablarlo y llegar a un acuerdo, priorizando siempre que vuestros padres se encuentren bien. En Familiados siempre ponemos a tu alcance todas las facilidades, con un servicio profesional y donde la empatía y la cercanía está por encima de todo.
Casa o residencia
La duda de si tus padres deben vivir en su propia casa, en la de uno de sus hijos o una residencia puede aparecer en cualquier momento. Es cierto que sacar a vuestros padres de su hogar para que viva con vosotros es duro, pero lo es mucho más pensar en que tenga que ingresar en una residencia. Por desgracia, en ocasiones será inevitable. Valorar si los cuidados que necesitan vuestros progenitores se los podéis dar en casa o solo en un centro es un tema que puede llevar a discusiones y que hay que saber mitigar.
Estos son solo algunos de los problemas que se deban abordar al ayudar a los padres mayores. Si estás en esta situación, te damos mucho ánimo y te animamos a mantener la paciencia. Seguro que lo harás todo con mucho cariño y buscando siempre lo mejor para tus padres.
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