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¿Qué es la distimia y el trastorno distímico?

Hay palabras cuyo significado a veces es mejor no conocer, ya que eso implica tener un contacto estrecho. En el caso de hoy te queremos hablar de qué es la distimia, una enfermedad que irremediablemente se confunde y se asocia a la depresión. No obstante, entre ambas afecciones hay síntomas distintos. De ahí que queremos explicarte muy bien también la diferencia entre distimia y depresión, de modo que seas capaz de darle solución.

¿Qué es la distimia o depresión crónica?

Si es la primera vez que oyes hablar de esta palabra y no sabes qué es la distimia, te diremos que es una especie de depresión crónica. Es decir, es un trastorno depresivo persistente que continúa en el tiempo y que hace que estés más triste entre otros muchos síntomas que te contaremos más adelante. La palabra distimia proviene del griego y su significado es melancolía. Por tanto, como puedes comprobar este trastorno repercute en las emociones de las personas, lo que altera y empeora nuestro estado de ánimo.

Las personas con distimia sufren una especie de montaña rusa en la que tienen altos y bajos, con un sentimiento de apatía del que no logran salir. Por eso se considera que es una especie de depresión doble donde se experimentan otros trastornos mentales como pueden ser los siguientes:

  • Trastorno de ansiedad.
  • Trastorno bipolar.
  • Ansiedad.
  • Agorafobia.
  • Trastorno de personsalidad.
  • Fobia a los actos sociales.

 

Por tanto, y como has podido comprobar, es común que una persona con distimia sufra varios trastornos a la vez. A esta situación se le conoce como comorbilidad, que no es otra cosa que la manera en la que se describe dos o más trastornos o enfermedades que ocurren en la misma persona

 

Síntomas de la distimia

El trastorno de la distimia, lamentablemente, se puede alargar durante largo tiempo, incluso años. De ahí que pueda alterar tu comportamiento y tus relaciones familiares y laborales. A continuación te mostramos cuáles son los principales síntomas de la distimia:

  • Tienes baja autoestima.
  • Te vuelves incapaz de tomar decisiones y las pospones.
  • Irritabilidad.
  • Puedes padecer insomnio u otros problemas para dormir.
  • Te vuelves menos productivo.
  • Tristeza.
  • Pierdes el interés por las actividades o cosas que antes te gustaban.
  • Sensación de ser menos que los demás.
  • Tienes una sensación de culpa.
  • Te cuesta estar concentrado.
  • Pierdes el apetito.
  • Tienes menos curiosidad que antes.
  • Tu estado de ánimo decae.
  • Sentimientos de impotencia.
  • Te aíslas de las relaciones sociales.

 

¿Cuál es la causa de la distimia?

Entender qué es la distimia es más sencillo que buscar el origen y saber qué es lo que causa el trastorno distímico. Los expertos no han encontrado una causa clara y se cree que es debido a desajustes químicos producidos en el cerebro. Una de las hipótesis de la distimia es que tenga causas hereditarias. No obstante, no se han podido relacionar todavía genes con la distimia, por lo que es algo que no se puede asegurar.

La distimia puede ser un trastorno del estado de ánimo que se ve alterado por una situación fuera de lo normal y que ha tambaleado los cimientos de nuestras emociones. La afectividad o la autoestima en este caso se ve mermada y hay un gran número de personas que no son capaces de adaptarse a un cambio de este tipo en sus vidas. Estos cambios bruscos pueden deberse a muchas situaciones, como pueden ser perder el trabajo, una ruptura sentimental, problemas con conducta de los hijos, la jubilación o el hacerte cargo de tus padres como cuidador por ejemplo.

Los hechos de los que te hemos hablado más arriba no son los únicos. De hecho, muchos son los factores que pueden ser causantes de la distimia. Son estos:

  • Factores psicológicos. La mente es capaz de lo mejor… pero también de lo peor. La mente puede jugar en tu contra causando depresión, de ahí que la mejor alternativa cuando no puedes combatirla es acudir a un especialista como un psicólogo.
  • Factores genéticos. Las investigaciones científicas sugieren que tener familiares cercanos con antecedentes de depresión duplica el riesgo de que esta, a su vez, también desarrolle depresión.
  • Factores ambientales. Hay variables que pueden causar depresión crónica o distimia. Es el caso de una pérdida, un trauma, estrés o cambios importantes en la vida.
  • Factores biológicos y cerebrales. El equilibrio de los neurotransmisores en el cerebro pueden influir notoriamente en la aparición de la depresión. Algunos factores ambientales como los que hemos descrito como el estrés prolongado, pueden alterar estos químicos del cerebro. Los antidepresivos actúan alterando estos neurotransmisores para mejorar el estado de ánimo.

 

¿Cuál es la diferencia entre distimia y depresión?

Dado que la depresión y distimia comparten síntomas, es normal que se puedan acabar confundiendo. A la hora de determinar de qué enfermedad se trata, hay dos aspectos principales con los que se pueden diferenciar la distimia y la depresión. Son estos:

  • La intensidad. Por un lado, lo más habitual es que la intensidad de los síntomas de la distimia tienden a ser menores que los de la depresión.
  • Duración de la enfermedad. Quizá, esta sea la principal diferencia entre la distimia y la depresión. Mientras que los efectos de la distimia se alargan en el tiempo, los síntomas de la depresión desaparecen antes y no se prolongan durante un periodo tan largo.

 

Entendiendo el trastorno distímico

La distimia tiene otro nombre asociado, en este caso el de trastorno distímico. Si te preguntas a quién afecta en mayor medida la distimia, decirte que se da en mujeres menores de 64 años. Les afecta más que a los hombres en cualquier rango de edad y, como dato, debes saber que el trastorno distímico aparece en el 5%-6% de la población mundial sin importar su sexo.

 

A quién afecta la distimia

La distimia o depresión crónica no afecta a todos por igual. En general, la distimia se da en los casos en las que las personas tienen antecedentes familiares. Estos familiares han estado expuestas (o todavía lo están) a situaciones que les han llevado a padecer una gran ansiedad emocional. Hay más posibilidades de acabar con distimia entre las mujeres. De hecho, tienen cinco veces más de posibilidades que los hombres, por lo que entre las mujeres es más importante si cabe su prevención.

Llevar unos hábitos saludables así como seguir unas rutinas diarias reducen el estrés, lo que hace que las personas en general estén más felices y puedan mantener a raya esta enfermedad tan devastadora. Prueba con las siguientes acciones para mantenerte más activo y positivo:

 

¿Tiene la distimia diagnóstico?

Así es, el trastorno distímico se puede diagnosticar. Se ha podido comprobar que la distimia se presenta junto a otras enfermedades, así como con otros trastornos psiquiátricos. Estos son los ejemplos más claros:

  • Ansiedad.
  • Cáncer.
  • Consumo de drogas.
  • Diabetes.
  • Cardiopatía coronaria.

Para efectuar un correcto diagnóstico de la distimia, es primordial que un psiquiatra realice un examen psiquiátrico minucioso y lo complete con su historial médico. A partir de ese informe, se podrá valorar cuál puede ser el tratamiento a seguir para este trastorno distímico tan dañino para el bienestar de las personas. Para ser diagnosticado con un trastorno depresivo persistente o distimia, el médico debe verificar si sus síntomas cumplen con los criterios de diagnóstico descritos en el DSM-5, que incluye requisitos de duración.

En el caso de los adultos, los síntomas de depresión deben experimentarse con mayor frecuencia durante al menos dos años antes. Para el caso de los niños, el requisito para diagnosticar la distimia se reduce a un año.

 

Tratamiento para la distimia

Antes de comenzar cualquier tratamiento para la distimia, debemos dejar claro que no es algo que te puedas recetar. Al ser un trastorno depresivo crónico, el tratamiento debe contar con la supervisión de un profesional de la salud mental. Hay diferentes factores que pueden variar el tratamiento. Los más comunes son la edad, el estado del trastorno, el estado general de la salud y la tolerancia a los medicamentos.

Con esos datos en mente, te vamos a detallar en qué puede consistir el tratamiento para la distimia, ya sea por separado o combinándolos:

  • Terapia de psicoterapia con la que intentar modificar la visión que tiene el paciente de sí mismo.
  • Uso de medicamentos antidepresivos que se pueden combinar con las mencionadas terapias de psicoterapia.
  • Terapia electroconvulsiva.

 

Beneficios del tratamiento para el trastorno distímico

Un diagnóstico precoz de la distimia hace que se pueda encarar este trastorno de una manera mucho más eficaz. Gracias a los diferentes tratamientos que te hemos explicado, lograrás unos beneficios que te ayudarán con tu calidad de vida. Estos son los principales beneficios de llevar un correcto tratamiento para el trastorno distímico:

  • Recuperar la confianza que se ha ido perdiendo.
  • Mejorar el estado de ánimo, aprendiendo en el proceso a gestionarlos.
  • Ser más optimista.
  • Descubrir los factores que han hecho que aparezca el trastorno distímico.
  • Modificar los pensamientos negativos que producen la distimia.
  • Tener una perspectiva más realista de la vida, lo que ayuda a afrontar situaciones importantes.
  • Descubrir y entender el origen y el significado de la distimia.
  • Fortalecer la autoestima.
  • Reprogramar aquellas vivencias o traumas de tal manera que no te causen daño.

 

Qué hacer mientras surte efecto el tratamiento para la distimia

Las personas que tienen depresión o distimia, pueden realizar ciertas acciones para poder ayudarse a sí mismos. Este trastorno puede hacer que te sientas agotado, inútil, indefenso y sin esperanza. Pero no debes dejar que estos pensamientos y sentimientos negativos te venzan. Mientras el tratamiento surte efecto, considera tomar las siguientes acciones para ayudarte en el proceso:

  • Haz ejercicio con regularidad. Estar activo te ayudará a despejar la mente.
  • Las amistades son un gran apoyo. Confía en alguien y evita la soledad del proceso.
  • Es mejor que pospongas las grandes decisiones hasta que tu estado de ánimo haya desaparecido. Esto incluye decisiones importantes en el ámbito económico, afectivo o laboral.
  • Evita las bebidas alcohólicas o las drogas. Su consumo pueden empeorar la depresión.
  • Establece metas realistas.
  • Sentirse bien lleva su tiempo, por lo que no debes precipitarte. Tu estado de ánimo mejorará lentamente, no es un cambio que sea inmediato.
  • Establece prioridades en tus tareas, y no intentes hacerlas de una vez. Para ello, trata de dividirlas en pequeñas tareas.
  • Procura ser paciente. Para conseguirlo, lo mejor es que te concentres en los aspectos positivos.
  • Lleva una alimentación saludable y variada. Evita siempre que puedas la comida procesada y llena de aditivos.
  • El ocio puede ayudarte. Has cosas que te hagan sentir mejor como ir al cine, bailar, pintar o cualquier actividad que te guste.

 

Este artículo pone al día una entrada previa de este blog, actualizándola y mejorándola. El artículo original fue publicado el 26 de noviembre de 2020.

 

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