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Requisitos para entrar en una residencia de ancianos pública

Cuando las personas mayores van perdiendo independencia, es tiempo de valorar como alternativa una residencia. Si es este tu caso, queremos explicarte cuáles son los requisitos para entrar en una residencia de ancianos pública.

En el caso de que ya te hayas decantado por esta opción, conoce qué ropa llevar a una residencia de ancianos. De esta manera, será más fácil que tu ser querido se sienta en la residencia como en casa.

Requisitos para entrar a una residencia

Los requisitos para entrar en una residencia de ancianos pública no son iguales para todas las comunidades. No obstante, y aunque la legislación autonómica pueda variar, sí que reúnen los principales requisitos para entrar a una residencia. Te contamos cuáles son:

  • Estar empadronado o residir en la ciudad o municipio donde se encuentre la residencia.
  • Ser mayor de 65 años de edad.
  • En el caso de tener dependencia moderada o severa, el requisito es ser mayor de 60 años.
  • No haber sido sancionado con anterioridad en alguna otra plaza pública.
  • Haber sido designada como persona dependiente vía médica o social.

 

Cómo solicitar una residencia de ancianos pública

Después de haber visto cuáles son los requisitos para entrar a una residencia, te queremos explicar cómo solicitar una residencia de ancianos pública. No es una tarea del todo sencilla, ya que hay pocas plazas y cada vez hay más demanda. No obstante, a continuación podrás leer cómo es el proceso paso por paso.

  • Solicitar una cita previa. Si te preguntas cómo entrar en una residencia de ancianos pública, el primer paso de todos es pedir una cita previa. En el caso de que la persona mayor no pueda acudir, lo puede hacer un familiar.
  • Visita del trabajador social (TS). Acto seguido, Servicios Sociales asigna un trabajador social (TS), quien acudirá al domicilio para evaluar el grado de dependencia.
  • Preparar documentación para la visita. En el día acordado para la visita del TS, donde evaluará las capacidades cognitivas y físicas del anciano, hay que tener preparado la documentación. Por tanto, se necesita tener el DNI y de una fotocopia del certificado de empadronamiento y de la cartilla sanitaria. Del mismo modo, para solicitar residencia de ancianos pública, se debe rellenar y firmar la solicitud de valoración de la dependencia.
  • Esperar a recibir una carta en el domicilio. En ella, se explicará la evaluación y resolución de la solicitud, indicando además el grado y nivel de dependencia en caso de haberla.
  • Nueva cita con el trabajador social. Con la carta en la mano, el trabajador social detallará el contenido de la misma, indicando los recursos y las prestaciones a las que se puede acoger la persona mayor. Para ello, se basará en la Ley de dependencia.
  • Esperar la asignación de una residencia pública. Por último, tocará esperar a que se asigne una residencia con un máximo de 50 kilómetros de distancia del municipio habitual. La asignación suele ser lenta, por lo que la espera puede alargarse varios meses.

 

Para ayudarte en la tarea, puedes utilizar este buscador de residencias. Con él, sabrás el tipo de residencia que puedes solicitar y que se te puede acabar asignando.

 

 

Alternativas a la residencia de ancianos pública

Si bien hemos visto cómo solicitar una residencia de ancianos pública, hay otras alternativas que conviene valorar. Por un lado, están los requisitos para entrar en una residencia, que no siempre se pueden cumplir. Y, por ese motivo, se puede pensar en una residencia de ancianos privada. Esta alternativa, no obstante, no siempre es la idónea, ya que el coste es muy elevado y no todas las personas mayores se lo pueden permitir.

En Familiados disponemos de un servicio de cuidado de personas mayores por horas, lo que hace que se pueda alargar la independencia de nuestros mayores. Es una alternativa más con la que buscamos mejorar su calidad de vida y la de sus familiares.

 

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