Dar el paso para que otras personas te sustituyan y cuiden a tiempo completo de tu ser querido, no es fácil. En casos así, el sentimiento de culpabilidad por llevar a un familiar a una residencia puede hacer que no sepas si has tomado la decisión correcta.
Momentos así son en los que los sentimientos afloran y donde el sentimiento de culpa se asoma en tu subconsciente. Piensas que les estás fallando a tus padres como hijo o hija, y te puedes llegar a plantear que no los quieres lo suficiente.
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Tus sentimientos de culpabilidad no son reales
Si has estado cuidando de tu familiar con dedicación durante mucho tiempo, no tienes que creer al sentimiento de culpa que te persigue. Lo mismo pasa si tu ser querido ha sido quien ha tomado la decisión de ir a una residencia. El paso de salir de casa para ir a un centro, de hecho, es un cambio que puede ser muy positivo. Piensa que, si por la situación familiar no dispones del tiempo necesario, la posibilidad de desplazarte o de acoger a tu ser querido en tu casa, el cambio a una residencia va a ser un cambio a mejor.
Tomar las decisiones correctas son las que demuestran tu amor y cariño hacia otra persona. Por este motivo, no tienes que llevar una carga que no te corresponde sobre tu espalda. Cuando tomar una decisión lleva a mejorar una situación como esta, en vez de sentirte culpable deberías sentirte tranquilo y en paz contigo mismo. Para ello, lo mejor es que le des voz a tu ser querido para que sea él quien exprese sus sentimientos y su decisión.
Errores comunes ante esta situación: lo que no debes hacer
Llegados al punto en el que tu ser querido no pueda valerse por sí mismo y tú no puedas atenderle debidamente, tarde o temprano debéis afrontar la situación. En este momento es normal que haya discrepancias entre familiares, entre hijos y hermanos que no se pongan de acuerdo. No obstante, hay ciertos errores comunes que debes evitar. Te explicamos cuáles son:
- Decidir por tu ser querido. Salvo en situaciones en los que la persona mayor no esté capacitada para tomar la decisión debido a sus facultades cognitivas y mentales, nosotros no podemos decidir. Al fin y al cabo, es la vida de nuestro familiar y, más allá de opinar y aconsejar, no debemos tomar la decisión final de si tiene que ir o no a una residencia.
- No tratar con respeto a los cuidadores. Los cuidadores de residencia hacen su trabajo de la mejor manera y con el máximo respeto posible. Son los que van a cuidar de tu familiar cuando tú no estés. De hecho, ellos están para ayudar, y no tienen nada que ver en la decisión que ha tomado tu ser querido o el entorno familiar.
- No confiar en la residencia. Es lógico que se tenga miedo o dudas al llevar a un familiar a una residencia. Pero, si has buscado una que cumpla con todas las normativas, que te la hayan recomendado y en la que el trato es cariñoso, deberías aprender a confiar. Al fin y al cabo, en los medios de comunicación únicamente salen noticias negativas respecto al cuidado de nuestros mayores. Pero cabe recordar que, por los malos hábitos de unos pocos, no se puede señalar con el dedo a todas las residencias que sí cuidan de la mejor manera a nuestros seres queridos.
- Hacer partícipe en la búsqueda de residencia. La persona que va a vivir en la residencia, es la primera que debe ver el centro con antelación. Es la manera para decidirse por una de ellas, por lo que debemos hacerla partícipe en la búsqueda.
- Despedidas dramáticas. Dejar a tu ser querido en una residencia no implica que no lo vayas a volver a ver. De hecho, si acaba en una residencia es precisamente porque la atención va a ser mejor. De ahí que no debería haber cabida para despedidas dramáticas. Y piensa que podrás ir a visitar a tu familiar siempre que quieras.
Para ayudarte con el ingreso a un centro de tu familiar, pensamos que los siguientes enlaces te pueden servir de mucha utilidad.
- Requisitos para entrar en una residencia de ancianos pública
- Qué ropa llevar a una residencia de ancianos
Qué puedes hacer si no quieres llevar a tu familiar a una residencia
Como hemos visto, tu ser querido es quien tiene que decidir en última instancia que quiere para su vida. Si su decisión es la de evitar una residencia por el tiempo que sea posible, entonces hay que contemplar otras opciones. La que más valoran los adultos mayores es la de quedarse en su hogar. En este aspecto, nos gustaría compartir contigo un artículo en el que te damos consejos para cuidar a personas mayores en casa. Estamos seguros de que podrás sacar información valiosa para esta situación tan delicada.
En caso de no querer dejar a un familiar en una residencia, desde Familiados te podemos ayudar. Contamos con cuidadores profesionales por horas que se pueden desplazar a tu hogar. Allí podrán hacer un acompañamiento médico de tu ser querido, así como ayudar con los recados y las tareas básicas, dar conversación o salir a pasear. De esta manera tendrás la certeza de que tu familiar puede alargar su estancia en casa, dado que va a tener todo el cuidado y el cariño que necesita.
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