Cuando una persona se convierte en padre o madre siempre coincide en la misma afirmación: la paternidad es lo mejor que les ha pasado en la vida. El ser padres, sin embargo, también conlleva tener grandes responsabilidades y preocupaciones. Es el caso de los hijos cuando enferman, y por eso hoy queríamos hablar de los signos y los síntomas del asma en niños.
¿Tu hijo ha estado mostrando signos que pueden ser asma, como problemas para respirar y disminución de la energía? Cómo podemos estar seguros?
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Síntomas del asma en niños
Los síntomas del asma pueden comenzar en cualquier momento en la vida de un niño pero, en el asma infantil, es probable que los síntomas empiecen a aparecer a los cinco años. Comprender el asma infantil puede ayudar a aliviar nuestras preocupaciones sobre los problemas respiratorios de nuestros hijos.
Determinar los síntomas concretos del asma puede ser complicado y no siempre es una ciencia exacta, ya que cada niño experimenta los síntomas de una manera diferente. No solo eso, sino que nuestros hijos pueden tener diferentes síntomas cada vez que tengan un episodio de asma. Si nuestro hijo es menor de 5 años, debemos saber que las pruebas para el asma pueden ser difíciles de completar. Dicho esto, os dejamos con los síntomas más comunes del asma infantil:
- Una tos crónica o que no desaparece.
- Sibilancias mientras se respira.
- Tos que ocurre con frecuencia. Esta tos puede venir en cualquier momento, pero tiende a ocurrir mientras nuestro hijo juega, se ríe, llora o de noche.
- Disminución de la energía mientras juegan nuestros hijos. También pueden sentirse débiles o cansados.
- Cuello y músculos del pecho apretados.
- Respiración trabajada o falta de aliento.
- Respiración rápida.
- Estrechez o dolor en el pecho.
Cuándo es necesario ir a ver a un médico
La salud de nuestros hijos es lo más importante, y es por esta razón por la que debemos ir al médico si sospechamos que nuestros hijos tienen asma después de haber visto sus síntomas. El tratamiento temprano puede ayudar a controlar los síntomas y ayudar a prevenir los ataques de asma. Es recomendable llevar a nuestros hijos al médico en los siguientes supuestos:
- Si tiene dificultad para respirar o una respiración rápida.
- Si ha tenido episodios repetidos de bronquitis o neumonía.
- En el caso de tener tos constante, generalmente asociada con la actividad física.
- Si tiene opresión en el pecho.
Cómo se diagnostica el asma infantil
A la hora de diagnosticar el asma es muy importante que hablemos con el médico con todos los síntomas que tiene, de modo que se pueda revisar junto con el historial médico del niño. El médico también escuchará el corazón y los pulmones de nuestro hijo, lo que ayudará a buscar signos de alergias. Uno de los problemas con los que nos podemos encontrar, sin embargo, es que en el momento de la visita con el médico hayan desaparecido los síntomas del asma. ¿Qué podemos hacer en ese caso?
Es muy importante documentar todos los síntomas que hemos visto en nuestros hijos, por eso es una buena decisión escribir todo lo que hemos notado para poder contárselo al médico. Otra manera de ayudar a encontrar un diagnóstico es grabando un vídeo mientras nuestro hijo tiene esos problemas respiratorios en casa. El médico también puede recomendar pruebas para ayudar a diagnosticar el asma. Entre estas pruebas puede haber radiografías o una prueba de respiración no invasiva llamada espirometría.
Cómo se trata el asma en los niños
El tratamiento del asma de los niños suele tener un enfoque múltiple. Esto es, por un lado puede incluir los tratamientos médicos a los que hay que añadir pautas o cambio de hábitos para hacer que nuestros hijos tengan menos problemas respiratorios. Un ejemplo que podemos ver es cuando el médico nos aconseje ayudar a evitar los factores desencadenantes del asma, incluyendo el humo de cualquier tipo. También nos puede pedir que vigilemos de cerca los síntomas de asma de nuestro hijo todos los días. En muchos casos, si estamos pendientes de los síntomas podremos controlarlos con la medicación diaria para el asma, ya sea de forma oral o inhalada.
Cada vez que vemos a nuestros hijos respirar con dificultad hay algo dentro de nosotros que se rompe, porque verlos sufrir es una muy mala experiencia. Ante todo debemos de mantener la calma y no juzgarnos ni sentir vergüenza si buscamos ayuda profesional. El asma, bien tratada, puede hacer que nuestros hijos tengan una vida totalmente normal. Y si además se diagnostica a tiempo, puede hacer que conforme crezcan y se hagan mayores esos síntomas se vean disminuidos.
¿Os habéis encontrado ante esta situación con vuestros hijos? ¿Qué síntomas habéis notado y cómo habéis tratado este problema? Estamos seguros de que, con vuestros comentarios, otros padres podrán verse reforzados y estar más tranquilos ante esta enfermedad.
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