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Síndrome de post hospitalización

Después de un alta hospitalaria, hay riesgo de una recaída o de contraer otra enfermedad. A este hecho se le conoce como síndrome de post hospitalización, y son las personas mayores las que más expuestas están.

El origen de este síndrome viene debido a que los sistemas fisiológicos y las reservas se ven disminuidos. De ahí que el cuerpo no pueda defenderse debidamente y pueda acabar en otra enfermedad.

Qué es el síndrome post hospitalario

Una hospitalización, por el motivo que sea, supone ciertas alteraciones en los sistemas fisiológicos del enfermo. Por no hablar del estrés que supone el día a día de la vida de un paciente ingresado. No sólo soportan una enfermedad aguda sino que sufren diversos cambios en su día a día que pueden contribuir a deteriorar su condición física o su ánimo.

Un sueño irregular o insuficiente, una mala alimentación, el dolor y la incomodidad, el estrés que genera estar enfermo o los propios medicamentos pueden afectar negativamente al ánimo y a la salud general. Todos estos factores pueden influir en el paciente de tal manera que, después de recibir el alta, pueda llegar a desarrollarse lo que se llama síndrome de post hospitalización.

 

Síntomas del síndrome de post hospitalización

Se han identificado ciertos síntomas comunes a todas las personas que han pasado un tiempo hospitalizados. Dependiendo de la gravedad de cada uno, siempre con el diagnóstico de un profesional sanitario, pueden llegar a ser motivo de reingreso aunque no estén vinculadas al motivo original de ingreso.

Estos síntomas de síndrome post hospitalario son bastante comunes, por lo que hay que saber detectarlos para evitar una complicación que haga que haya que volver al hospital. A continuación te explicamos cuáles son los síntomas más comunes:

 

Alteraciones de sueño

Un claro ejemplo de este síndrome de hospitalización son las alteraciones de sueño: cuando estás ingresado, te despiertas cuando el hospital se pone en marcha a las 6 de la mañana. Eso si no te tienen que extraer sangre o cambiar el gotero a horas intempestivas de la noche. Todo eso sumado a estar en un lugar extraño, a compartir habitación y a los ruidos propios de un centro de trabajo provoca ciertas perturbaciones en el sueño que pueden continuar una vez abandonado el hospital.

Estas son las consecuencias más comunes de la alteración del sueño en el hospital:

  • Cambios de humor.
  • Una disminución de la capacidad de movimiento.
  • Deterioro cognitivo.
  • Trastornos gastrointestinales.

 

Deterioro cognitivo

En cuanto al deterioro cognitivo, es más común en personas de mayor edad. Aunque también puede suceder en personas jóvenes si el ingreso es de larga duración. La rotación continua de personal, el cambio de entorno y las diversas alteraciones del sueño propias de estar ingresado provocan una sobrecarga de información. Esta sobrecarga puede derivar en una gran confusión o incluso en episodios de delirios.

 

Problemas de alimentación

Otro de los síntomas del síndrome de post-hospitalización son los problemas de alimentación. Dejando a un lado lo apetitosa o menos apetitosa que pueda resultar la comida en los hospitales, los cambios en la rutina provocan cambios que afectan al sistema. Es el caso del ayuno antes de ciertas pruebas médicas, por ponerte un ejemplo.

En casos de hospitalización más graves, como los que necesitan una sonda nasogástrica para alimentarse de manera artificial, los problemas de alimentación pueden ser más comunes. La malnutrición afecta al sistema del cuerpo humano en su totalidad, por eso los síntomas son bastante amplios. Te los detallamos a continuación los más comunes:

  • Disminución de la capacidad de cura de las heridas.
  • Disminución de la función cardiorrespiratoria.
  • Aumento de infecciones al experimentar un descenso de las defensas.
  • Etc.

 

Cómo minimizar los efectos del síndrome post hospitalario

Conocer todas las consecuencias que te hemos expuesto, puede ayudar a identificar los síntomas pero también a saber prevenirlas. Sabiendo qué provoca el síndrome, podremos ayudar a los pacientes ingresados a minimizar los efectos de su estancia en el hospital. ¿Cómo lo podemos hacer? Intentando reducir al mínimo las interrupciones del sueño, atendiendo al dolor y el estrés que sufre para paliarlo, manteniendo una buena alimentación y compensando las deficiencias nutricionales.

En cuanto al deterioro cognitivo, lo mejor es optimizar el uso de sedantes y alentar la actividad física. Para reducir el riesgo de delirios o confusión los profesionales recomiendan promover la actividad física y actividades que sean conocidas y de interés para el paciente.

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